Para no romper con las buenas tradiciones de este blog, otra mujer extraordinaria.
Mi Lydia Fairén, mi Fairy.
Chocolate con oreos, una patada de fuerza en el estómago que te deja sin aire, la lealtad y la intuición. Ella es, pequeñita, matona, decidida y (una vez más) mi amiga.
Mi Lydia Fairén, mi Fairy.
Chocolate con oreos, una patada de fuerza en el estómago que te deja sin aire, la lealtad y la intuición. Ella es, pequeñita, matona, decidida y (una vez más) mi amiga.